Como lo que mejor se me da es redactar cositas bellas (y a veces no tanto) de la vida, y aquí entre nos, es lo que a mi también mas me apetece contar, aquí va otro post dedicado a la rutina de mi amplia imaginación. Confieso me encantaría poder dar a todo el mundo que nos leen una pequeña narrativa de temas muy interesantes y profundos, cosillas mas académicas, pero como esto requiere de bastante investigación, análisis y redacción, y como es domingo, y como es sólo 4 de enero, se los quedo debiendo para después, prometo preparar algo de común interés y atractivo contenido.
Cuando escribo frases como la anterior no puedo evitar sentir un poco de vergüenza, pues realmente no se si alguien me lee, lo concibo más como una forma de consuelo e imagino que hablo (escribo) para mí, claro y Dani, ¡fan numero uno!
En esta época del año es típico hablar del clima por estos lados, Montréal varía entre los 10 a 20 grados bajo cero, claramente a esta temperatura quedan pocas actividades y opciones de entretenimiento en la ciudad, añadiendo, para aquellos que no les molesta el frío o no es un impedimento para salir, que las aceras están cubiertas de nieve, que además, por ciertas variaciones en las temperaturas, se ha venido trasformando en una capa densa de hielo en la que, a menos que se usen patines o zapatos especiales para escalar, es incomodo y peligroso caminar. Entiendo si el párrafo anterior deja un tono depresivo o de inconformidad, ¡para nada! Simplemente no existen “adornos” para describirlo, pero no está mal, siempre hay que buscar actividades o lugares para visitar que no estén muy lejos de una estación del metro, que requieran máximo de 5 a 10 minutos caminando, buenos guantes, gorra, chaqueta adecuada y botas.
Montréal se caracteriza por tener adecuada toda una ciudad comercial por debajo

, que conecta numerosas calles principales y estaciones del metro en el centro de la ciudad. En esta parte se encuentran, cinemas, tiendas comerciales, restaurantes, supermercados, droguerías, salones de belleza y hasta pequeñas clínicas con servicios de urgencias u odontológicos. Por su dimensión, esa miniciudad, establece acceso a otras zonas de entretenimiento y eventos un poco más sugestivos, como museos, galerías de arte, música en vivo y teatro. El sistema de metro aquí es amplio, así que no hay excusas para quedarse en casa, la Isla se recorre de un extremo al otro vía tren.
Personalmente me limito a ir al cine, hacer la compra, salir a tomar cafecito con amigos de vez en cuando, ir a “Brunch” algunos domingos y rentar películas, suena no muy atractivo, de hecho ¡monótona forma de pasar casi 5 meses de frío! Pero es mucho mejor que hacer nada, o estar lamentándose todo el invierno y anhelando estar en la playa a 30 grados (no es mi mejor opción, pero aparentemente la mayoría tiene su obsesión con esta). Y obvio: trabajar, el pasatiempo obligatorio de todos los días.
Diciembre es un mes mundialmente conocido como “lento”, el último del año y al cual casi todos llegamos un poco cansados, muchos con ganas de que pase rápido y otros anhelando que no pase. Hay poco trabajo, muchos viajes, gastos, regalos y buenos deseos. Para mí transcurrió entre una mezcla de días libres, cosas por arreglar en casa, compras para equipar el apartamento, rabietas en el trabajo y la ansiosa cuenta regresiva de los días que faltan para la llegada de Dani. Las últimas dos son emociones contradictoriamente inevitables, y las primeras dos fueron situaciones más tediosas.
La primera, porque no logro decidir dónde queda mejor una cosa u otra. Cada día al regresar a casa, miro desde la puerta todo, ya no me gusta y lo cambio de nuevo (y me doy el gusto descarado de criticar a mi mamá que cambia la posición de todo cada semana); y la segunda porque como aún no tengo un grupo de amigos muy amplio, Ikea esta lejos, no muy fácil de llegar por transporte publico y no tengo carro, se me iba ya haciendo improbable la idea de tener el apartamento listo para recibir a Dani, lo cual no es algo estrictamente necesario, es algo un poco más voluntarioso y caprichoso de mi parte. Me tomó un par de semanas quedar con una amiga para que me acompañara en su auto, pero finalmente lo logramos. Pasé el fin de año, armando estantes, mesa, silla, organizando y tratando de decorar un poco. Recibí el año al lado de pocos, pero buenos amigos. Pensando, como siempre lo hago en esta fecha, en mi familia, deseando estar a su lado y esperando que en este nuevo año la vida los llene de salud, en especial a mis abuelos, de alegría y paz para todos.
Es domingo y el termómetro muestra 9 grados bajo cero, mi garganta arde (síntoma de gripe o catarro), una película lista en el dvd. El corazón ya se acelera, mil cosas por hacer aún, compras, arreglos, limpieza. Lunes, una semana….

huy si erica yo entiendo lo lento de este mes claro aca estamos en veranito pero igual diciempbre y enero son como eternos.
ha y esque montreal es una isla?
erica ojal no spongamos en contacto se me ocurrio una ideapar amitad de este ano (vos sabes como son mis ideas entonces para que la discutamos)
chao y aprovecho feliz cumple
Que buena rutina: «imaginar». está interesante la pagina, la visitaré más seguido.
Un saludo desde este lugar de la imaginación.
me encanta la forma como expresas tu vida cotidiana por medio de esta pagina, con esto quiero decir que en mi tienes un fiel seguidor . dejanos saber todo lo que pasa en tu vida que este medio inmortalizara la gran persona que eres. beso y abrazo
Gracias, ya casi no escribimos pero ahi tienen para leer para rato… es un placer!