Parte I

Como lo había anunciado en el post anterior, aquí esta la primera parte de una pequeña exposición “objetiva” y “unilateral” que he decidido hacer acerca de las diferentes disertaciones sobre el origen de la violencia. Con mira informativa y lejos de prever discrepancias espero, une vez más, disfruten este post.

A pesar de llevar años fuera de Colombia intento siempre no dejar de informarme de su situación, de todos estos acontecimientos generados por la violencia, ¡esta maléfica violencia! que en nuestro país data de siglos atrás pero que no es hasta mediados del siglo XX (1946 a 1957) cuando irrumpe perniciosamente empotrando al país en una era de espanto imparable hasta el día de hoy. De su origen se ha disertado por décadas sin encontrar aún una teoría determinada. Tengo dentro de mi biblioteca (mínima) un par de libros que cargué conmigo en mi equipaje cuando viajé a Canadá, en estos días, resultado de una de las tantas encendidas e interesantes conversaciones que tengo con Dani vinieron sus preguntas acerca de Colombia y a pesar de mis altas notas en historia de Colombia en el colegio y las asignaturas básicas en mi carrera (Relaciones Internacionales) hay una que otra cosita que se me escapa y  en la que no logro ahondar mucho, así que apelé a estas dos obras a manera de repaso, la primera » Colombia: violencia y subdesarrollo» de Francisco Posada, libro publicado en el año 1968 (para que tengan en cuenta) en el ultimo capitulo titulado «La violencia y la Vida Social Colombiana» Posada abre con una reflexión que cabe anotar:

» El fenómeno de la violencia en Colombia es una de las mas terribles realidades acaecidas en la historia de América Latina . Terrible por el desgaste humano y por la irrestañable sangría que produjo. Terrible por sus efectos claramente negativos sobre la economía nacional.  Terrible por sus impactos en la moral y en las costumbres de algunos sectores de la población. Pero, ¿Cuáles fueron sus causas?».

A partir de de este razonamiento se pauta una serie de presunciones y teorías sobre el inicio de la violencia en Colombia, cada párrafo es por poco una conclusión al génesis de esta plaga.

Mencionaré algunas para no dejarlos con la curiosidad y sobretodo para informar un poco a los seguidores de este blog que no son de esta parte del mundo y a los que si bien lo son, no se han envuelto suficiente en la historia o política nacional.

«La primera de las explicaciones condiciona la aparición y el desarrollo de la violencia a una etiología política, mas exactamente partidista. Según ella, la violencia irrumpió debido al desenfreno de los apetitos políticos atizados por los jefes irresponsables de de las dos colectividades históricas. El pueblo se mató entre sí enceguecido por los odios resultantes de su adhesión a uno u otro partido» (Liberal – Conservador). (Francisco Posada» Colombia: violencia y subdesarrollo», 1968, editorial Tercer Mundo)

El ex presidente Alberto Lleras Camargo fue unos de los principales promotores de esta teoría y creó el Frente Nacional como una solución al problema la violencia y camino hacia la paz social.

Según el autor estas definiciones políticas o partidistas de la violencia son superficiales y dan plena capacidad para diversas objeciones, una de estas es: querer limitar los procesos sociales solo en base a una y única realidad política excluyendo factores importantes como la lucha de clases. Así que como refutación a los excesos de la anterior teoría mana una segunda que intenta desatender la alternativa Liberalismo-Conservatismo.

«No debe partirse de la división entre malos y buenos, el gran acusado es la sociedad colombiana, cada cual debe asumir su cuota de responsabilidad». (Fabio Lozano Simonelli, Diario El Espectador, 1962)

El autor expone una sinopsis de esta creencia diciendo:

«los autores de la violencia se distribuyen un poco difusamente entre los partidos, los grupos regionales y las clases sociales, de que, a la postre, «todos somos asesinos».

La tercera teoría remonta su argumento al siglo XIX , expuesta por Fernando Guillén Martínez, descarta la lucha de clases como génesis de la violencia y se remitié nuevamente, con una perspectiva distinta, a causales políticos.

«La violencia comenzó, según él, por la actividad de los partidos políticos, y ha sido una especie de de fenómeno normal de la vida del país. La última ola de violencia ha mostrado a las claras que las instituciones políticas nacionales no corresponden a las actuales exigencias de la población. Finalmente, la violencia no es la expresión de la lucha de clases porque los destrozos se operan   de modo horizontal, o sea, «los doctores de destrozan entre sí, los campesinos se asesinan con inaudita ferocidad», y no de modo vertical como debería ser». (Francisco Posada» Colombia: violencia y subdesarrollo» 1968, pg 141,editorial Tercer Mundo)

La violencia es una enfermedad que a teñido de rojo la historia de nuestro país, sacrificando millones de vidas, algunas nunca conocidas y otras demasiado nombradas, ¡pero a final injustas todas!

Parte II