2019 lo despido con un gran vacío, mi madre, mi padre y yo hemos perdido un pedacito de nosotros. Te fuiste y aunque predecible, tal vez, fue totalmente inesperada tu partida. Nos dejaste una gran sensación de ausencia y tristeza que simplemente no hay palabras que lo puedan describir. Este año que se va merece estas líneas porque pasara a mi historia como el mas complejo y doloroso, que aunque tal vez vengan mas, siempre el primero es el que perdura. Me quedo con tu último abrazo envuelto en lagrimas y del que hago un repaso constante porque solo hoy entiendo que te estabas despidiendo. Me pesa hoy, y no hace un año, o dos o tres… entender mejor el sufrimiento y dolor que cargabas acuestas. Pasados los meses sobra decir que te pienso cada minuto, hora y día, que te extraño eternamente y que te lloro mas de lo que se puede ver. Entiendo que los que ya no están descansan y los que nos quedamos seguimos adelante queriendo superar y entender la partida de quienes amamos. Eras definitivamente un pedacito de mi (como dice mi madre) y por siempre me despertare consciente que algo me falta. Hoy despido el 2019 con la íntima sensación de poder haber preguntado más, de querer saber más y entender mejor tus luchas, me quedo con nuestras llamadas cada tarde, con risas, llantos, elucubraciones, burlas, planes, análisis políticos, y sobretodo me quedo con la infinita impresión, como me gusta solucionar líos y ayudar a todos, de
haber podido ayudar y hacer muchísimo más por ti. Guardo miles de buenos recuerdos, tu bondad y buen corazón, y muchas lagrimas por soltar aun. La vida nos enseña cosas todos lo días con sutileza y sagacidad, pero a veces nos enseña otras con tanta rudeza y brusquedad que no nos queda más remedio que intentar aprender o al menos reflexionar sobre la vida. Me despido con la ultima frase de un famoso poema que mi papa envió estos días: “Ten cuidado y esfuérzate en ser feliz”. Ser cautos y entender que la felicidad esta lejos de lo material, de complacer a los demás, de demostrar algo que no somos, de la testarudez e intolerancia hacia los demás, hacia como piensan o sienten otros; esta muy lejos de la dentera y de la falta de conciencia e humildad. Me queda tanto por aprender! Sin saberlo me has dado una buena lección de fuerza, bondad y tozudez. Me llevo en 2019 una lección de vida enorme, Bro. ¡Un beso hermano, donde estés! Gracias por casi 44 años de vivencias que hoy son recuerdos. Adiós triste 2019!
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