De las cosas mas comunes que se hacen por acá, que considero diferente a el resto del mundo, es el café (cafetería), el famoso y relajado sitio americano, no digo nombre, pero para todos los que viven de Miami para arriba, sabrán de que hablo. También existen ya en Europa, Suramérica… en todos los rincones del planeta, para la muestra un botón:
Beijin, China
Es el lugar ideal para despabilarse un rato al compás de buena música, un selecto libro y un no tan buen café; pues hay que reconocer que lo que menos tienen estos parajes es calidad, eso si, variedad para escoger y no se resta que alguno que otro «personaje» llegue al tope de el vicio, en mi caso tengo un favorito: es frió con caramelo y crema encima !Me encanta! Perfecto para los días de calor (mi hermano y mi mamá comparten mi opinión), ya un poco mas extremo esta mi querida amiga Lina y su nunca puede faltar : «americano» (es bueno pa’que). Yo me confieso seguidora de estos lugares y Dani a pesar de su mentalidad Europea un poco antiyankie esta ya cediendo un poco en que no son tan malas estas franquicias.
Entre las cosas mas positivas esta el que te puedes quedar mil horas sentado en un comodísimo sofá por la módica suma de: “un cafecito” y si tienes un portátil pues mejor, cuentan con wireless! En fin, el punto de este articulo no es realmente hacerles mercadeo gratis, la verdad no lo necesitan pues les va muy bien, la idea era promocionar una de nuestras actividades favoritas aquí en la nueva ciudad, como es de suponer para muchos, el mantenerse ocupados es difícil, mas aun cuando ninguno de los dos hace nada, por ahora! añadir a esto que la relación es por naturaleza atípica; que para nosotros aquella fase típica de descubrimiento parsimonioso entre dos personas que se gustan mas popularmente conocida como: “el conocerse” esta liada forzosamente a la convivencia y precisa un poco de improvisación, invención, creatividad. Nuestro casi diario ejercicio de caminar, que como principio es: salir de casa, moverse, airearse, ventearse, oxigenarse tiene en su mayoría un destino o una pausa:
la cual generalmente incluye un café de estos que he citado anteriormente, en esta librería da la casualidad que uno también se puede sentar el tiempo que quiera (tiene variedad de sillas) ¡y nadie le dice nada! Pero lo mejor es que uno puede elegir llevar su propia lectura, sentarse en el café a leer o tomar asiento en medio de el lugar, escoger un libro (a complacencia) entre una inmensa variedad y leer hasta que se canse o hasta que lo termine, si claro! no hay que comprarlo se lo puede ojear todito ahí, obvio si escoge uno de 400 paginas pues necesitara un par de visitas y de tazas de café más… ¡o dejar de ser tacaño y comprarlo! Es un buen plan.
Usualmente nosotros nos tomamos el cafecito primero.
Luego cada uno (como buena pareja de novios) coge por su lado a leer lo que cada uno quiera, y al final el que se aburra primero busca al otro, a mi me encuentran oficialmente en la sección de magazines (¡farándula!) aunque casi siempre busco yo a Dani primero (me aburro) luego emprendemos nuestra ruta de vuelta a casa donde ya de noche también se aprovecha para hacer unas buenas tomas.
Bueno esta es una anécdota más de nuestras vidas para compartir con ustedes, también es una recomendación “indirecta” para que no dejen de visitar librerías ni mucho menos de leer: es un ejercicio para la mente y el alma, además de ser un buen plan para estar solo, con uno mismo, en medio de una agitada ciudad y con la pareja por ahí…al lado, siempre se puede estar solo sin realmente estarlo es cuestión de confianza.






🙂 hay Erica que videos te armas vos…lo chistoso es que aca en Melbourne es igual.
ha y recuerdo mis tiempos de mesero en el Europa Cafe en Houston.